El acostumbrado buen desempeño en las touches de los Tritones

Industriales – TRITONES (sub 18) – 01 mar 2015

Rendimos visita al campo del Cantizal a los cachorros de Industriales, campo que no habíamos pisado habida cuenta de que, incomprensiblemente, nuestros anfitriones descendieron del grupo superior en la primera vuelta. Incomprensiblemente porque, a juicio del escribiente, los jóvenes de Industriales forman el mejor equipo con el que nos hemos enfrentado. Un equipo muy fuerte físicamente, muy conjuntado y con las ideas muy claras.

Pero volvamos al principio. Difícil partido mucho antes de empezar a jugarse. Muchas lesiones y muchas bajas de última hora. La convocatoria oficial de 22 jugadores pronto se vio afectada por un “extraño virus” y pierde a siete de sus integrantes de golpe. Difícil reaccionar ante ese panorama y al final conseguimos reunir a 18 guerreros, contando entre ellos con tres de nuestros sub 16, a quienes agradecemos su entrega (Marcos, Ricky y Valencia).

El partido apenas tiene historia dada la evidente superioridad del rival. Monólogo de los de casa durante los primeros 25 minutos del partido, momento en el cual los nuestros decidieron que había que plantar cara. Una vez frenada la sangría de ensayos, los Tritones empezaron a mostrar que tienen rugby para enfrentarse a cualquiera. En los diez minutos hasta el descanso lograron frenar la ofensiva contraria y pasar en algunas ocasiones a dominar los puntos de encuentro, llevándolos en varias ocasiones a la zona de 22 de los de Industriales. Aunque este hecho no se reflejó en el marcador si sirvió para dignificar a los jugadores.

La segunda parte comenzó con el mismo buen hacer de los Tritones y se prolongó durante el resto del partido. La escasez de jugadores y el poderío físico de Industriales siguió marcando su superioridad en el terreno de juego.

Poco más que añadir; si acaso el acostumbrado buen desempeño en las touches (ver fotos), la actitud de los jugadores en el placaje y ese espíritu inaccesible al desaliento.

Resaltar el impecable arbitraje y la deportividad que presidió el encuentro: antes, durante y después del mismo.

En definitiva, duro correctivo infligido por el mejor equipo de la categoría. Mejores tiempos nos esperan. ¡Ánimo Tritones!