Año de nieves

Autor: Zunzu

El refranero español es rico y variado, y abarca muchos aspectos de la vida cotidiana. La última jornada de la categoría Sub-12, celebrada en los Campos de Hortaleza el pasado sábado 2 de diciembre, comenzó con un frío de los que encogen y entumecen los cuerpos, y fue testigo de la primera nevada de la temporada, aunque con muy pocas consistencia y duración. Era necesario, pues, realizar buenos calentamientos para evitar lesiones en los chicos y chicas lagartijas. Los horarios de los partidos volvieron a ser caprichosos con el San Isidro, puesto que el segundo partido de los dos equipos coincidía en el tiempo, lo que nos obligaba a tener que disponer de un número suficiente de jugadores. A diferencia de la jornada anterior, la asistencia de los jugadores fue muy buena, por lo que pudimos contar con tres o cuatro suplentes por equipo. Los chavales de Vallecas aportaron hasta cuatro jugadores al equipo de El Pardo, con Héctor, Víctor, Gustavo y Álvaro.

En esta ocasión fue El Pardo el encargado de jugar su primer partido, a las diez contra Arquitectura Rojo. Los chicos salieron, a pesar del calentamiento, muy dormidos al partido, y sin ganas de placar, por lo que en los primeros siete minutos ya nos habían anotado cuatro ensayos. Tras el descanso, y tras una “charlita” de los monitores a los chavales, se comenzó a jugar algo mejor, llegando a anotar una marca tras presionar al contrario. Pero, tras esos primeros minutos de la segunda parte, los chavales volvieron a dormirse algo, con lo que nos marcaron tres ensayos más. En este partido aún no se habían puesto a pensar en lo que habíamos entrenado las semanas anteriores, y el instinto les hacía ir al balón en lugar de ocupar espacio en el campo.

En el segundo partido, jugado contra el Hortaleza Verde, fue mucho más igualado, al menos hasta casi el final del partido. Las jugadas eran de ida y vuelta, con predominio de las acciones defensivas sobre los avances. Se mejoró bastante la colocación dentro del campo, insistiendo mucho desde la banda en la necesidad de ocupar todo el espacio y emplear para la limpieza de los rucks tras placaje los mínimos elementos necesarios. Hay que mejorar en la presión tras el saque de centro, en el concepto de balón anulado (nos costó un ensayo) y en la velocidad de apertura tras melé o ruck, para evitar que el contrario nos robe el balón por empuje. No obstante, se vieron más cosas en este partido. El resultado final, 3-6, es lo de menos.

Los chicos de San Isidro Fuencarral jugaban el primer partido contra el Hortaleza S11 Rojo. La actitud fue buena desde el principio, y los apoyos se iban sucediendo tanto en ataque, con mucho pase a la línea, como en defensa, con fases de placaje y limpieza rápidas, aunque, como sus compañeros de El Pardo, se tardaba mucho en sacar el balón jugado, lo que en ocasiones provocaba perderlo por un superior empuje de los contrarios, tras esas dudas iniciales sobre si coger el balón o no. Asimismo, la colocación en el campo fue muy buena, aunque a veces se optaba por seguir pasando cuando no había oposición, o por percutir contra cinco contrarios cuando se podía haber pasado el balón hasta el ala. Estos pequeños fallos de inteligencia de juego son lógicos en esta edad, y se seguirán puliendo. Buen partido, no obstante, y victoria por 6 a 2.

El segundo partido, jugado contra los colegiales del Cisneros A, en el que jugaba una ex – lagartija (Alfonso), fue casi una continuación del primero en cuanto a aciertos de colocación, sucesión de jugadas de fijación y descarga, seriedad en el placaje y gran actitud, contrarrestadas por alguna pequeña laguna de concentración y falta de toma de decisiones según qué situaciones. Los colegiales salieron confiados al principio, y enseguida comprobaron que los nuestros iban a por el partido. Y los nuestros se lo llevaron, con actitud, ganas, placaje y seriedad, algo que nos alegró mucho a los monitores, y por lo que Chiqui autorizó al cántico final de la Haka del Sanisi, interpretada por Haka-man con ayuda de su progenitor, porque el frío a veces hace estragos en la memoria de los chavales.

Esta semana nos fuimos mucho más esperanzados. Los chavales del Fuencarral comienzan a competir en serio y sacan mucho más provecho de los entrenamientos (sigo insistiendo que los miércoles también hay entrenamiento para todos los jugadores), y los de El Pardo van aprendiendo fundamentos, aunque despacito. Pero se siguen divirtiendo y se van conociendo poco a poco los vallecanos con los nuestros.

Así que esperemos que, este año, el refrán se cumpla

…. Año de Bienes.

Sangre y Cielo.

 

 

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