Cuestión de actitud.

La última jornada de la categoría Sub-12, celebrada en los Campos de Orcasitas el pasado sábado 4 de noviembre, comenzó algo lluviosa y acabó en un espléndido día. En términos de rugby, el proceso fue casi similar. La Federación programó nuestros partidos de tal manera que los chicos de San Isidro Fuencarral tuvieron que madrugar para jugar prácticamente dos partidos seguidos, uno a las diez y otro a las once, mientras que los chavales del San Isidro El Pardo no estaban convocados hasta las once y media, para jugar, como sus compañeros, otros dos partidos seguidos, a las doce y media y una y media de la tarde, aunque en esta caso hubo un poquitín más de tiempo de descanso, por haberse retrasado los partidos en el transcurrir de la jornada.

Los chavales de San Isidro Fuencarral jugaban el primer partido contra el XV Hortaleza Negro… y negro nos lo pusieron. Se había estado incidiendo durante la semana en la colocación en el campo, en la disposición tanto en avance como en defensa, a fin de no concentrar jugadores donde se dispute el balón, sino poder jugarlo en ventaja si es nuestro o detener cuanto antes el avance del contrario si el balón es suyo. La actitud fue buena en casi todo momento, pero no unánime, lo que creaba lagunas de posicionamiento que generaban huecos por donde entraban veloces los benjamines negros. Los pocos balones nuestros eran bien gestionados, pero faltaba velocidad de entrada en rucks y mauls y, sobre todo, placaje. El 1 a 7 del final resultó abultado para la actitud desplegada, aunque sin placaje poco se puede hacer. El ensayo del honor lo anotó Javi Zunzu.

El segundo partido fue otra historia, aunque hay que decir que el rival era algo más parejo en físico y altura a los nuestros. Los chavales del Sub11 Alcobendas Granate eran algo más bisoños que el nivel que normalmente exhibe el club del norte de Madrid, y los nuestros tenían ganas de enmendar errores del partido reciente. La colocación en el campo mejoró, así como el juego a la mano y las acciones de apoyo en rucks y mauls. También mejoró el placaje, aunque nos queda margen de maniobra en este sentido y, sobre todo, la actitud en el campo fue muy buena. Victoria cerrada a los 30 puntos de ventaja, con un resultado final de 7-2.

Los chavales del San Isidro El Pardo tuvieron mucha actitud desde el principio, aunque se notó su menor experiencia en el campo. No obstante, tardaron poco tiempo en asimilar la colocación en el campo y placaron como lobos. La mayor experiencia de los negros de Hortaleza Verde, que no parecían de Desarrollo por el buen nivel mostrado, y las deficiencias técnicas que costaron algún golpe que otro, nos llevaron a una abultada aunque esperanzadora derrota. Hay que destacar que Héctor, uno de nuestros tres vallecanos, asumió la responsabilidad de patear en los saques de centro de drop, algo que no había hecho en su vida, y fue mejorando según iba sacando. Todos los chicos tuvieron una actitud encomiable.

El último partido lo jugaron contra Paracuellos S-11. Las correcciones que el cuerpo técnico Chiquizunzero les comentaron al final del primer partido resultaron escuchadas. A destacar los apoyos en ataque, con Victor buscando siempre al apoyo antes que el ensayo, las ganas que le pusieron en todos los aspectos del juego, los dos ensayos de Gustavo, los enormes placajes de Santi, la presión de Nico y Nacho, la cantidad de saques en drop que tuvo que realizar Héctor, y la coordinación entre Beltrán, Anakin, Fernando, Ramón, Diego, Darío, Pablo…fue un partido ilusionante para el futuro.

En resumen, el rugby se irá aprendiendo, pero los niños saben que muchas veces el resultado…es cuestión de actitud.

Sangre y Cielo.

Alvaro de Zunzunegui – Monitor Sub12

 

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