La Navidad nos pasó factura.

No conviene malinterpretar el titular. No quiere decir que hayamos vuelto ‘fondones’ del parón navideño, que hayamos comido más polvorones de la cuenta o que las comidas en familia nos hayan dado unos kilos de más. No van por ahí los tiros. Se trata de que parece que entre festejos, brindis y regalos, hemos olvidado la esencia de nuestro equipo: a garra y entrega no nos puede ganar nadie. Y si salimos al campo y no hacemos todos los placajes que es necesario hacer, si no conservamos el oval para llevar el partido a nuestro terreno o si no jugamos como un equipo, entonces pasa lo que pasa.

Además, el reencuentro con la competición nos ponía delante de un rival directo en la parte media de la clasificación. El XV del Lirio – Osos del Pardo llegaba al partido con la necesidad de puntuar para así acechar la quinta posición que, al comienzo de la jornada, ocupábamos nosotros. Y sabíamos cuáles eran sus armas. Mandi ya nos había advertido que el cometido era mantener el control del partido, tratar de llegar antes que ellos a los puntos de contacto y conservar el balón, de tal forma que evitaríamos que ellos tuvieran la posición y el partido se convirtiera en un correcalles. Eso en ataque, que luego en defensa habría que placar sin miramientos y aumentar la presión, para dejarles sin opciones.

Pero no seguimos esas directrices y lo acabamos pagando. No tardó el rival en hacerse con el control del juego y dejar claro cuál sería su método para ganar, y así alcanzar en la clasificación al San Isidro BMW Autopremier: balones a su línea de tres cuartos y a correr. Aunque supimos ver sus intenciones desde la primera jugada, no supimos cómo parar a su apertura que conseguía abrir huecos en la defensa una y otra vez. Eso unido a la velocidad y la fortaleza de su número 11, hizo que tomaran ventaja en el marcador con un ensayo en el minuto 13. No obstante, trabajando con nuestros delanteros, muy superiores a sus adversarios, conseguimos remontar y en el minuto 20 conseguimos un ensayo de castigo que el árbitro concedió a Juan Pablo.

No había duda alguna de cuáles eran las armas que debíamos utilizar para llevarnos el partido, pero por aquello de que las fiestas navideñas nos habían pasado factura no las usamos y pasó lo que pasó. No fuimos al descanso dos ensayos por debajo (19-7), tras sumar dos nuevos ensayos más de sus jugadores de la línea. Además, por si fuera poco, recibimos la última marca en la última jugada de la primera mitad, algo que luego nos pasó factura.

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No hay maś que ver que nada más empezar la segunda parte, tras la arenga de Mandi para que trabajásemos en defensa con la garra y entrega que nos habían llevado a plantar cara a los primeros de la clasificación, recibimos un nuevo ensayo por parte del XV del Lirio. Ellos ya habían conseguido el punto bonus ofensivo y nosotros demostrábamos que, aunque habíamos aprendido la lección, no teníamos intención de poner en práctica nuestro juego.

En mitad de un juego caótico, conseguimos un ensayo más por medio de Gaba, apenas 5 minutos después de su marca, y Borjita estuvo acertado con el pie. Pero en defensa seguíamos cometiendo multitud de fallos en defensa y los locales siguieron sumando puntos. En el minuto 65, de nuevo Pablo Gaba volvía a posar el oval en su zona de marca y eso nos alentaba a seguir peleando. Borja nos volvió a dar alas, pero las continuas trifulcas en los últimos compases del partido hicieron que fuera insalvable la ventaja que el XV del Lirio había conseguido en la primera mitad.

Y es que, si bien el partido había sido sumamente tenso, culpa de todos los que comparecimos en el campo de la Universidad Autónoma, lo cierto es que en el último tramo todo acabó por desmadrarse. Ni los jugadores ni el árbitro supimos parar a tiempo, lo que derivó en jugadas peligrosas, algún que otro intercambio de tarjetas de visita y, claro está, expulsiones. En total, cuatro jugadores, dos de cada equipo, vieron la tarjeta roja. En nuestro caso, fueron Canche y Champi los que se fueron a la grada antes de tiempo, a los que no podemos reprochar nada porque actuaron en defensa de sus compañeros.

Una vez más la falta de experiencia nos pasó factura. Eso, unido a que todavía no nos habíamos repuesto de las fiestas navideñas, nos hicieron perder un partido que podríamos haber ganado. Toca seguir trabajando para mejorar de cara a los siguientes partidos, también contra rivales directos, y así no echar por tierra todo el trabajo de la primera vuelta. Nos espera el Alcobendas D y el MAD Rugby Boadilla para demostrar que estamos arriba por méritos propios.

José Luis Avilés – Capitán del SIRC

La opinión de Mandi

 Titular: El día de la marmota.

Como si Madrid fuera nuestra Pensilvania y el campo de la UAM nuestro particular Punxsutawney, el sábado pasado vivimos “atrapados en el tiempo”.

Quince Bill Murrays saltaron al campo y repitieron exactamente el primer partido de liga que se disputo allá por octubre en un campo situado a las afueras de Punxsutawney (Tres Cantos).

Mismos errores, mismo resultado; aderezado con la receta del partido del Tasman: el NO apoyo a todo campo.

Poco decir de un partido de los del XV Lirio salieron más concentrados y pusieron sobre el campo mucho más de lo que nosotros pusimos; más ganas, más rugby y más cabeza, «ni los Generales tuvieron tropas que manejar ni las tropas nadie que les dirigiera».

Lo único bueno: que quedan partidos para cambiar la dinámica y que este grupo ha demostrado que sabe jugar y sabe pelear. En sus manos está.

El próximo fin de semana recibimos a Alcobendas D en el penúltimo partido de la primera fase de la liga.

Trabajo y compromiso señores!!!!!!!!!!

 

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