Nos sobró el viento, nos faltó el aire
La tarde del sábado en Orcasitas era fría y con mucho viento aunque afortunadamente no llegó a llover. Primer partido de la fase final de la temporada. En esta semifinal nos enfrentamos a uno de los equipos clásicos de Madrid, Complutense Cisneros, una escuela de larga tradición de un club que este año celebra su 75 aniversario. Y lo hacemos como visitantes. Partido importante para ambos equipos, todos los son pero una semifinal más. Y los nervios en estos casos están a flor de piel. Los tienen los chicos, los tenemos los padres, los tiene el rival. Y parecerá una contradicción pero nos sobró el viento y nos faltó el aire.
Con el viento a nuestro favor en la primera mitad comenzó el encuentro. Salimos con ganas, enchufados, combinando bien el juego de delantera y los tres cuartos. Dominando claramente la primera mitad. Sorprendidos los del equipo colegial solo podían intentar parar el empuje de los nuestros. Y defendían bien. Presionando a la línea, entrando con fuerza en los rucks y saltando con precisión en las touches. Pero con tres ensayos en los primeros minutos parecía que el partido estaba muy a nuestro favor. Abrió muy pronto el marcador una jugada de empuje de la delantera culminada bajo palos por Fabri, más tarde dos ataques por el ala de Hugo nos ponían 0-17 por delante. Y a partir de aquí las cosas empezaron a torcerse para los nuestros, primero con la lesión de Javi Carretero y después con la expulsión temporal que nos dejaba con un delantero menos a cinco minutos del final del primer tiempo. No lo desaprovechó Cisneros que recortó la diferencia al borde del descanso, 7-17.
Con el viento en contra y un rival que se venía por momentos arriba comenzó la segunda parte. A partir de aquí nos empezó a faltar el aire y nos tocó defender. El cansancio nos hacía pensar peor, cometer errores y Cisneros no nos lo perdonó. Con dos ensayos se pusieron por delante, el segundo aprovechando un nuevo periodo en inferioridad. A 15 minutos del final del partido ellos dominaban en el marcador 19-17. Los cambios nos ayudaron a recuperar algo el aliento y la posesión de balón, los colegiales defendían con firmeza y los nuestros no terminaban de ver claro la forma de romper su línea. Lo logró Eloy que nos puso de nuevo por delante a 8 minutos para el final, 19-24. Nada parecía decidido y ambos equipos lo intentaron. A falta de 2 minutos el ataque de Cisneros consiguió una vez más decantar el marcador a su favor, 26-24. Parecía que el sueño de jugar la final no iba a cumplirse pero en un arreón final de rabia se lanzaron los nuestros a intentar conseguirlo. A pesar del viento en contra recuperamos el balón en el saque y con el balón en nuestro poder en la 22 rival intentaron los nuestros buscar un último ensayo, no se logró aprovechar la ventaja de golpe de castigo. Con el tiempo cumplido nos confiamos al acierto con el pie de Eloy, que con el viento en contra transformó, dándonos la victoria por la mínima, 26-27, en el último suspiro. Algunos no quisimos ver la patada, pero el grito de la grada nos indicó que habíamos conseguido llegar a la final.
En la segunda mitad nos sobró el viento y nos faltó el aire. Y el próximo compromiso que queda no va ser fácil. En la final nos espera Arquitectura que a pesar del marcador de su semifinal sufrió más de lo previsto contra Torrelodones. Tercera ocasión en la que nos enfrentaremos a los de la Escuela, esperemos que esta vez el resultado sea a nuestro favor.
Comenzaron el encuentro Javi Carretero, Cacha y Plaza en la primera línea; Fabri y Esguevillas segundas; Jorge Calzada, Abarca e Isardo terceras; medios Rodri y Eloy; Cage y Fede centros, José María, Hugo y Gonzalo alas y zaguero. En la banda Alejo, Juan Navarro, Martín y Nico Ramos que saltaron al campo a lo largo del partido.
Sangre y Cielo, Aúpa San Isiiiiiii!!!!!!!!
Miguel Ángel Plaza, delegado.
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