Un paso a un lado para poder ver el camino…
Nueva jornada para nuestros SUB10, la 10ª, en la que el staff estaba especialmente interesado en valorar si el equipo había sido capaz de superar el desastre de la jornada anterior en Paracuellos, en la cual, la lluvia, el frío y la nieve, así como la superioridad manifiesta de nuestro rivales (Alcobendas y Liceo Francés) en el campo y en el marcador, afectó a nuestros jugadores tanto en su juego como en la habitual manera de enfrentarse a las dificultades, llevando a que algunos de ellos bajasen los brazos a las primeras de cambio y no dieran muestra de su bien ganada fama de «huesos duros de roer». Especialmente sangrante fue el encuentro contra Alcobendas, en la que antes de finalizar la primera parte, ya habíamos perdido el partido, ellos movían la pelota y nosotros corríamos detrás de ella sin orden ni concierto.
El partido contra Liceo mejoró algo, se placó más, se corrió más, pero el equipo no estaba al 100%. A la corta plantilla con la que nos presentamos se sumaron algunas bajas tras el primer partido, lo que hizo que el choque fuera muy duro para nuestros jugadores, ateridos de frío y mojados hasta los huesos, aunque hay que reconocer que dieron la cara.
Resumiendo, no era posible reconocer en nuestros chicos, salvo alguna excepción, la actitud que habían mostrado en partidos anteriores y que los había llevado a ganar gran parte de sus enfrentamientos.
Durante los entrenamientos siguientes se ha tratado de recordar a los chavales que perder o ganar no es lo más importante y que el resultado no lo es todo, pero que en ningún caso se puede perder el carácter luchador e irreductible que caracteriza al SANISI, donde se lucha hasta el último segundo y nunca se da el partido por perdido (estas no son palabras, son hechos).
No puede justificarse la bajada en el rendimiento por las condiciones climáticas, ya que son iguales para todos los participantes, pero si conviene comentar que algunos de nuestros jugadores no estaban bien equipados para las temperaturas que iban a enfrentarse, algo que en un futuro habrá que tratar de remediar.
Volviendo a la jornada que nos ocupa, indicar que nuevamente nos encontramos con un hándicap que llevamos arrastrando durante toda la temporada, pero que fue especialmente llamativo en esta última jornada, y es que tenemos una plantilla de jugadores que no da para dos equipos (que sería lo ideal, uno de desarrollo y otro de competición) y que es excesiva para un solo equipo; en esta ocasión nos juntamos con 19 jugadores, los cuales tendrían sus minutos de juego, tratando de mezclar de la manera más eficaz veteranos con noveles para formar un grupo lo más competitivo posible.
En el primer partido nos enfrentamos de nuevo con Hortaleza S9 ROJO. Al contrario que en otros encuentros, los nuestros empezaron ensayando y llegaron a adelantarse en el marcador hasta un 3-0 a nuestro favor, sin embargo, los de negro no tardaron en espabilar y en hacer uso de sus mejores y peores «armas», lo que llevó a que fueran acercándose poco a poco en el marcador, hasta que lograron empatar a 4 tantos en la última jugada del partido. A pesar del resultado, las conclusiones del partido fueron positivas, ya que los nuestros entraron enchufados desde el principio y con ganas de jugar bien para demostrar que lo de la jornada anterior fue un mal día.
En el siguiente encuentro contra Alcalá se dio un mayor protagonismo a aquellos jugadores con menos experiencia, especialmente en la primera parte, contra un equipo bien armado que a pesar de los esfuerzos de los nuestros no tardó mucho en imponerse en el marcador, aunque no en actitud en el campo que es lo que se estaba valorando. El resultado final, 6 ensayos de los alcalaínos contra 2 de los nuestros es lo de menos, lo importante es que hemos podido vislumbrar que estos prebenjamines saben volver a levantarse por muy fuerte que haya sido la caída.
Como resumen, satisfacción técnica por ver que estos jugadores tienen su orgullo y saben sacar su casta. Asimismo, no es necesario parar y reflexionar sobre lo ocurrido, sino mirarlo con perspectiva, para poner los medios que desarrollen las cualidades individuales y colectivas como grupo.
Como conclusión, todos y cada uno de nuestros jugadores ha ido recuperando su amor propio y se dan cuenta de la importancia de dar un paso adelante antes que un paso atrás, aunque cueste más y en algunas ocasiones hasta dé miedo. Cada uno dentro de sus posibilidades trató de aportar al equipo, ya fuera con una carrera, un placaje, etc.; pero también se pudo apreciar que es necesario trabajar con más ahínco en algunas cuestiones técnicas primordiales, como los rucks o los pases.
Luces:
- El cambio de actitud, desde el principio los jugadores salieron a darlo todo.
Sombras:
- La gran diferencia de juego de los rugbiers de 1er año y los de 2º.
- A que hay jugadores que se ven tan “sobrados” que llevan un par de jornadas haciendo lo mínimo posible, y lo que más desespera al Staff es técnico es que esa falta de trabajo especialmente en defensa hace que corten su propia mejora continua.
- A que es necesario seguir trabajando algunas cuestiones técnicas básicas como la colocación en defensa y no “tirarse” en los rucks cuando el contrario no ha entrado todavía.
¡¡¡Sangre y Cielo!!!
Vicente Marcos – Monitor Sub10
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