Victoria (pero poco)

Por Carlos Suárez

Nos acercamos al final de la temporada más atípica que hemos vivido nunca. Al menos, éste que escribe. Como atípico es el razonamiento que muchos emplean al afirmar que es preferible (o más gratificante a corto plazo) ganar el partido por el tercer puesto, en una competición, que perder la final. Yo no estoy de acuerdo. Se mire como se mire, es mejor quedar segundo que tercero.

Esto viene  a que, después de este partido, nos quedan otros dos y no hay más opción que vencer en ambos si queremos saborear mínimamente esta temporada.

Celebremos la victoria en el partido del domingo contra Olímpico pero, como reza el título, poco. Y ésto por dos razones. La primera porque aún nos quedan dos escalones para poder sonreír ampliamente. La segunda, y más importante, porque no hay mucho de lo que presumir. 

Victoria tan justa como deslucida. Justa, porque san Isidro puso todo el rugby que se vio, si bien es verdad que escaso. Deslucida porque casi nada de lo que se intentó, llegó a buen puerto. Como en otras muchas ocasiones durante la presente competición –demasiadas-

nuestro rival sobrevivió gracias a nuestros innumerables fallos.

Mantenemos nuestro buen hacer en dos lances, otrora importantes, del juego: las melés y las touches. Mientras que las reglas condicionadas por la pandemia sigan en vigor, mientras no volvamos al reglamento habitual, ganar en ambas situaciones es importante pero en absoluto decisivo.

El resto de nuestro juego es un (casi) constante quiero y no puedo. En particular, el pase y la toma de decisiones.

Se nos caen los balones en, prácticamente, todos los rincones del campo: pases cortos en el juego agrupado, pases largos en ataques desplegados, en el avance individual…… Un lastre demasiado pesado que condiciona nuestras posesiones.

Somos conscientes de que, a medida que avanza el partido, es más difícil elegir correctamente. Pero este aspecto de nuestro juego está siendo, más bien, deficiente. Hemos de mejorar en aspectos tales como discernir nuestros puntos fuertes y débiles, también los del rival, en qué fase del partido nos encontramos, en qué lugar del campo…Y con todo ello, decidir nuestras acciones. Eso aún nos cuesta mucho.

El partido empezó con mucha igualdad en el juego, sobre todo porque nuestros errores proporcionaban oxígeno a los blanquiazules. Aunque los visitantes se adelantaron en el marcador, merced a una transformación de uno de los innumerables golpes de castigo, no se apreciaba  peligro real en ninguna de las dos zonas de ensayo.

Casi a punto de finalizar la primera parte se gestó el único ensayo de los arlequinados, en una de las pocas jugadas bien trenzadas. Después de varias fases en ataque, los chicos consiguieron una sólida superioridad en el exterior que fue aprovechada por Guido, incrustado en la línea de tres cuartos. La consiguiente transformación de Ros puso a San Isidro por delante en el marcador (7-3) y todo hacía prever una buena segunda parte.

No se cumplió el augurio y todo volvió a ser igual aun cuando, con un golpe transformado, el marcador indicaba un 10- 3 favorable, iniciado el segundo tiempo. Juego de ida y vuelta que no nos beneficia ya que nos cuesta un mundo recuperar la posesión del balón. Y en éstas,fruto de un despiste, cuando estuvimos muy cerca de la línea de marca de Olímpico,  consiguieron empatarnos el partido con un ensayo de casi 80 metros.

Vuelta al trabajo, vuelta al esfuerzo ímprobo que, al final, se vio recompensado, siquiera mínimamente, con otro golpe de castigo convertido en el último minuto de juego, dejando el marcador en un rácano 13-10.

Victoria ajustada con la que no podemos contar para el partido de vuelta. No queda otra que ganar.

Jugaron: Pedro, Zunzu, Miki, Ruy (Báguena), Diego (Mini Doc), Richi (Santi), Yago (Nacho), Guido, Saúl, Nico, Laura (Rodrigo), Calancha, Ros, Jaime y Chucky.

Lo mejor: La lucha y la entrega constante en cada minuto del partido. El buen hacer de nuestra segunda línea.

El debut de Laura y la participación de los sub 14.

Gracias a Guti y Guille, quienes se vistieron y no jugaron, para hacerlo después con el equipo sub18.

Lo peor: Demasiadas pérdidas de balón, demasiados golpes de castigo,…..

La lesión de Carlos. Te esperamos pronto.

Nos espera lo mejor  

¡AÚPA SAN ISI!

 

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