Del juego embarrado

Un espeso partido sobre el cieno se salda con otra sufrida victoria contra el URO Rugby Alcorcón.

De nuevo nos tocó jugar de visitante, y van tres semanas seguidas. Acudimos el pasado sábado 24 de noviembre en el campo universitario de la Universidad Rey Juan Carlos con el propósito de seguir la racha de victorias y de despejar algo más alguno de los aspectos de nuestro juego. Encontramos un equipo amarillo bien plantado, con chicos de elevada estatura y disposición, que tenían bien clara su idea de competir hasta el último minuto. Además, los dos equipos nos encontramos con un auténtico cenagal de campo, que al barro añadía unos charcos de agua más bien pestilente, que, al irse levantando el terreno con el juego, nos enviaba su hedor a los componentes del cuerpo técnico y espectadores.

Ya que el terreno no ayudaba, los miembros del cuerpo técnico comandados por Miguelón seguimos insistiendo en la importancia del avance, del apoyo y del placaje para poder llevarse la victoria; además, habíamos entrenado durante la semana la colocación y la limpieza en los rucks, así como el apoyo en los “pick and go”, y queríamos que se viera reflejado en el terreno de juego.

El partido comenzó con unos minutos de retraso debido a la tardía llegada del colegiado al campo y de su muy larga charla previa a los equipos, muestra de que venía un poco “espeso”, al menos eso era la impresión inicial. Como dejó claro todo lo que iba a pitar, los chicos tuvieron mucho cuidado en no cometer indisciplinas. En el fragor del cieno, el juego discurría con ideas claras sobre la importancia de la posesión del balón y del juego desplegado en un terreno donde correr se hacía difícil. Al principio nuestros chicos intentaron varias jugadas de desplegado que acababan en placajes altos no observados por el colegiado hasta el quinto de ellos, que al final fue señalizado. En cambio, cuando nos acercábamos a su zona de marca, dentro de su veintidós, tirábamos de delantera, que tenía menos peso que la amarilla, pero más movilidad y a un Guido que se empeñó desde el principio a no dejar ni un centímetro de su cuerpo sin barro. Su empuje fue decisivo contra una el paquete alcorconero, y fruto de ello fue el primero de sus tres ensayos. Sin embargo, poco nos duró la alegría pues nos empataron cuatro minutos después.

A pesar de morar en su mitad del campo durante gran parte del primer tiempo, no lográbamos conseguir despegarnos en el marcador. Los balones se caían de las embarradas manos y las melés se sucedieron. A falta de diez minutos para el descanso, Guido volvió a atravesar la oposición de la delantera contraria y poner el 5-10 con el que se llegó al descanso, pitado antes de tiempo por el árbitro.

El frío reinante debió entrar en el cuerpo de los chicos en el descanso, porque comenzaron el segundo tiempo tan espesos como el cieno circundante, El juego se interrumpía por continuos avants o por fueras de juego de los dos bandos, era trabado, discontinuo, buscando el choque sin abrir el balón. Los locales se pudieron por delante por un ensayo transformado por un delantero contrario al que solo faltó que le pusiéramos la alfombra. El cansancio se notaba y se realizaron algunos cambios que refrescaron al equipo.

Al ir por detrás, los tritones espabilaron y se acordaron de lo bien que juegan cuando quieren jugar bien. Presión, apertura y ensayo de Guti. Más juego intermitente, alguna indisciplina en forma de piscinazo en fuera de juego que estuvo a punto de costarnos un “sin bin” y, al final, cambio de táctica impulsando el juego por fases de la delantera hasta el ensayo hat trick de Guido. Faltaban diez minutos para el final y los locales, ya tan cansados como nosotros, lo intentaron hasta que el árbitro, con ganas de marcharse a casa, pitó el final a falta de cuatro minutos para que se cumpliese el tiempo reglamentario. No obstante, los chicos lo agradecieron, pues el trabajo sobre el barro exigió un mayor esfuerzo.

En resumen, un partido trabado, embarrado en lo físico y en lo táctico, pero trabajado hasta el final.

Jugaron, de inicio: Miki, Zunzu, Guido; Guillermo y Diego; Silvano; Richi, Saúl, Chuky, Guti, Ros, Ethan y Álvaro Huerta.

También contribuyeron a la victoria Álvaro, Pedro, Ramón, Fermín, Pablo Solera, Ruy, Jaime Navarro, Polanco y Jaime Vidueros.

SANGRE Y CIELO, AÚPA SAN ISI!

Alvaro de Zunzunegui, entrenador

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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