Crecer (II)
Por Carlos Suárez
El rugby es un deporte repleto de gestos y tradiciones. Unos y otros, a veces estruendosos, otras apenas perceptibles pero, en cualquier caso, relevantes y que dotan a este deporte de unas inconfundibles señas de identidad.
Este fin de semana (6 de Febrero de 2021) ha comenzado, por fin, una nueva edición del Torneo de las VI Naciones. El rugby del Hemisferio Sur está muy bien pero pocas competiciones se pueden comparar con este mítico Torneo. En uno de los tres partidos previstos se enfrentaron Inglaterra y Escocia en Twickenham, fortín de los primeros. Éste no es un partido cualquiera. El ganador de esta contienda ostentará la victoria en la llamada Calcutta Cup. Una, entre muchas, tradición del rugby. Este año se celebra la edición número 150 de tan excelso acontecimiento. Para conmemorar este cumpleaños, Escocia, preparó uno de esos gestos que hemos mencionado al principio. Cada camiseta del equipo del Cardo (numeradas del 1 al 15 para los jugadores que conforman el equipo inicial; del 16 al 23 para el resto) lleva bordado, en el borde inferior izquierdo de la parte frontal, el nombre del jugador que vistiera esa camiseta hace 150 años. Me parece un gesto precioso.
En 1871 se jugó, en Edimburgo, el considerado como primer partido de rugby internacional con los de la Rosa y los del Cardo como contendientes. No fue hasta 1879 cuando ambos rivales jugaron ese partido con un trofeo de por medio. Desde entonces, cada año, ininterrumpidamente (excepto durante las dos Guerras Mundiales) se celebra este torneo.
Es difícil que alguno de nosotros pueda vivir algo parecido pero lo que es seguro es que nuestros pequeños recordarán estas competiciones como algo importante en sus vidas y muchos de ellos querrán celebrarlo todos los años como una Calcutta Cup
Llegados a este punto se nos han acabado las excusas y parece que la nueva temporada 2021 echa a rodar con buenas perspectivas. Ojalá lo peor haya pasado. Y parece que nuestros guerreros son conscientes de ello.
Mañana un tanto desapacible pero la temperatura nos acompañó y la lluvia, afortunadamente, no lo hizo.
De nuevo, tres equipos nos representan y, en esta ocasión, los rivales son Arquitectura e Industriales.
San Isidro Fuencarral: Integrado por Carolina, Íñigo, Saúl, Israel, Luis, Lucas Guiote, Sebi y Jaime. Su primer rival fue Arquitectura Blanco. La maquinaria parece un poco atascada pero tan solo es un espejismo y, a medida que pasan los minutos, el engranaje se ajusta. Buenos apoyos, colocación (sobre todo en defensa) y una excelente actitud en los placajes son los ingredientes de un partido bien trabajado.
La inercia siguió contra Indus Azul y desembocó en una más que notable actuación de los veteranos de la categoría.
San Isidro El Pardo: Ruy, los gemelos Nico y Leo, Edu Miniprofe, Juan Pablo, Marco y Pablo Otero. Primer partido contra Arquitectura Rojo plagado de desorden. Un caótico desarrollo del juego que alternaba unas pocas buenas fases con desconexiones masivas.
El segundo partido contra Indus Verde fue otra cosa. Mejoró la defensa, se ajustó el ataque, aparecieron inesperados placadores natos….y el orden volvió a reinar en nuestras filas.
San Isidro Tres Olivos: Miriam, Pablo Fernández, Pablo Díaz, Manuel, Javier Sobrecueva, Leo Sánchez, Marcos y Adrián. Ellos son la savia nueva de las lagartijas, los más inexpertos y quienes más tienen que aprender. Con estas premisas, realizan un sorprendente enfrentamiento con Indus Verde enfrente. Avance hacia el ensayo del rival, apoyos incipientes, placaje, cierto orden,….todo un repertorio que nos dejó gratamente ilusionados.
El cansancio y la bisoñez hicieron mella en su desempeño en el partido final contra Arquitectura Rojo, un equipo más maduro y conjuntado que el nuestro. Aún así, demostraron ganas y cualidades. Nuestro futuro está asegurado.
Lo mejor: La progresión de todos los jugadores (cada uno partiendo de un escalón diferente), sin excepción.
Lo peor: Un campo indigno para la práctica del rugby. Puerta de Hierro lleva años pidiendo una renovación.
Gabi Clemente se vio obligado a perderse la jornada y quedarse en casa. Esperamos verle en la siguiente.
¡AÚPA SAN ISIDRO!
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