De raperos y rapaos

Aquí va la última crónica. El resumen de las 50 horas del equipo Sub16 del San Isidro Rugby Club en el Torneo Nacional de Valladolid, último compromiso oficial de la temporada. Un texto que intentaré que tenga mucho “flow” porque para leer esta crónica hay que ponerse de fondo una buena base de música rap.
Nos subimos al autobús hacia Valladolid con 21 chavales dispuestos a disfrutar, exámenes y compromisos familiares impidieron a unos cuantos venir con nosotros y estoy seguro que nos estaban apoyando en la distancia. Muy buen rollo, música de rap, “Pelea de gallos” y risas, muchas risas.
Nada más llegar al cuartel, ellos mismos se repartieron las habitaciones y una vez alojados un poco de ejercicio para soltar piernas y hacer hambre para la cena. Tras ésta, una breve charla con video de los entrenadores y antes de dormir ya empezaron a raparse.
Diana a las 6 de la mañana para correr un rato por las instalaciones del cuartel, para activar a los chicos y a desayunar porque la jornada empezaba pronto. A las 9:00 de la mañana en el nuevo campo de hierba artificial del Pepe Rojo disputábamos el primer partido del Torneo. Encuadrados en el grupo G de la categoría Rendimiento junto al C.R. Málaga y el VRAC de Valladolid, siendo los locales el primer rival. VRAC-San Isidro se está ya convirtiendo en un clásico, nos enfrentamos en la liga, en los campeonatos e incluso en algún amistoso. Vamos, que nos conocemos de sobra. Tal vez por eso fue el partido tan disputado. Con VRAC con más posesión del oval y nosotros defendiendo con intensidad, sin faltas, lanzando alguna contra infructuosa. La primera mitad del partido, los primeros 12 minutos, ninguno de los dos equipos conseguimos puntuar.

Al comenzar la segunda mitad un error nuestro le dio al VRAC la oportunidad de adelantarse en el marcador, 7-0. Y aquí fue cuando a los nuestros les cambió el chip. Se dieron cuenta de que, o recuperaban la posesión el oval y atacaban, o no tendríamos nada que hacer. A ello se pusieron y en otro final de infarto, uno más, consiguieron igualar el marcador en la última jugada. Nos tocaba esperar tres horas para el siguiente partido, tiempo que los chicos aprovecharon para refrescarse, ver otros partidos, saludar a conocidos de otros equipos.
A las 12:30 el rival era el C.R. Málaga y ya estaba claro lo que teníamos que hacer para clasificarnos para disputar la Copa Oro del torneo, ganar y hacerlo por una diferencia de puntos suficiente para superar al VRAC. En el calentamiento sufrimos la primera baja. Los gemelos de Javi Carretero dijeron basta y tuvimos que darle descanso hasta la jornada del domingo. El partido contra los malagueños fue muy distinto, pronto conseguimos ensayar, el juego era más fluido, la bola circulaba. 10-0 en el descanso y buenas sensaciones pero había que intentar rematar el partido. Lo intentamos varias veces pero la defensa de Málaga no dio ninguna facilidad. Finalmente Íñigo consiguió rematar el marcador y en el intento se dejó el hombro, una luxación que le dejó fuera del torneo. Antes de finalizar el partido Málaga consiguió ensayar 17-7. Lo habíamos conseguido una vez más, clasificarnos para disputar la Copa Oro.

Los resultados nos hacían temer que el cruce iba a ser con un equipo fuerte, el primero o segundo de los clasificados para la Copa Oro. La aplicación que nos informaba de los cruces tardó un buen rato en indicarnos el rival. Resultó ser CRC, otro viejo conocido. Los problemas se nos acumulaban, el cansancio nos dejaba con dos jugadores menos contra un CRC que venía más fresco y con más banquillo. El campo tampoco acompañaba. La tormenta perfecta. La primera parte fue lo peor del Torneo, desorientados, fallones salieron como derrotados y CRC no desaprovechó las facilidades para irse rápidamente en el marcador y a cada ensayo los nuestros bajaban un poco más los brazos. En la segunda parte cambió la cosa, le pusieron más ganas pero a pesar del esfuerzo no se consiguió recortar el marcador y tuvimos el segundo lesionado grave del día, “Cacha”. Lágrimas en algunos jugadores, cabezas bajas, tocaba levantar los ánimos. Al día siguiente nos quedaban dos partidos más y había que intentar quedar lo más arriba posible.

En el autobús rumbo a la comida con los padres de nuevo el rap les levantó el ánimo y el tour por la Ribera del Duero nos permitió admirar el paisaje de la meseta castellana. Dimos cuenta de una magnífica paella y hubo un buen rato de esparcimiento para todos, jugadores y familias. Ya conocíamos el primer rival del domingo, Independiente de Santander y la hora del primer partido, las 11:00 de la mañana. Cosa que nos permitió alargar la sobremesa con los padres mientras los chicos presionaban para que volviéramos pronto al cuartel para continuar con la esquila.
A medida que la noche se acercaba el recuerdo del último mal partido y el refuerzo positivo de los entrenadores iba calando. A pesar de no tener que madrugar el domingo pronto calleron rendidos. Sueño reparador que nos permitió recuperar jugadores.

Con todo recogido y preparados para salir hacia Madrid al terminar el Torneo llegamos a las 10:00 de la mañana a los campos de Pepe Rojo. Los padres ya estaban allí esperándonos, la presencia de padres y compañeros del equipo se había ampliado, había optimismo en el ambiente. En el calentamiento perdimos a Miki que se resintió de una lesión en la espalda. Con retraso comenzamos el encuentro contra Independiente, para mi el mejor del torneo, pero tal vez esta vez no sea muy objetivo. Da igual, el caso es que fue un partido disputado con emoción hasta el final bien peleado por los dos equipos. 12-7 a falta de tres minutos con Independiente lanzado al ataque y los nuestros defendiendo y peleando por recuperar el balón. La grada animando a ambos equipos y nervios otra vez. El pitido final nos clasificaba para pelear por el quinto puesto contra Liceo Francés. Un poco de relax antes de preparar el último encuentro y en el calentamiento muchas ganas por hacer algo bueno.

Comenzamos la Liga de Primera División contra Liceo y hemos acabado la temporada disputándonos la quinta plaza del Torneo Nacional. Y la primera parte del partido dominamos el partido, nos adelantamos 5-0, pero no conseguimos rematar el dominio con una nueva marca y en la última jugada nos empataron. La segunda más disputada inclinó la balanza hacia el rival que supo aprovechar dos errores de manos de los nuestros para hacerse con la quinta plaza. Finalmente sextos.
Sextos del Torneo Nacional, quinto equipo madrileño de la competición lo que refleja la posición que se ha conseguido en la Liga regular. Y lo habríamos firmado antes de subir al autobús. Dos victorias, un empate y dos derrotas. Una vez que fueron conscientes de lo que habían logrado la sonrisa volvió a las caras de los chicos y después de recoger la copa y las medallas de nuevo de vuelta al autobús para volver a Madrid rapados y escuchando rap.
Este año el equipo lo formaron: Pablo Abarca, Cage, Gonzalo y Jorge Calzada, Javi Carretero, “Cacha”, Miki, José María, Íñigo, Rodri, Fede, Simón, Pablo Martín, Juan Navarro, Pedroviejo, Pablo Plaza, Nico Ramos, Fabri, Guido, Pablo Vidal y Roberto Vidueros que a las ordenes de Diego y “Mandi” nos han hecho disfrutar este torneo.

Gracias a Alfredo Delojo presidente de honor del club por venir a acompañarnos. A los padres, hermanos y amigos que estuvieron con nosotros en Valladolid y a todos los que nos dábais ánimos desde la distancia.
Lo mejor del torneo el buen ambiente entre los chicos, cada vez son más equipo y se nota.
Lo peor las lesiones.
Sangre y Cielo, Aúpa San Isiiiiii!!!!
Miguel Ángel Plaza, delegado.

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