Jugando y peleando como equipo…

No hay mal que por bien no venga. La circunstancia de tener que desplazarnos cuando ni siquiera había amanecido, en lugar de amedrentarnos, nos hizo más fuertes. Convocados a las 7.30 hs en el Polideportivo Municipal de Boadilla, que visitábamos por segundo fin de semana consecutivo, acudimos todos puntuales y descansados, con muchas ganas de empezar con buen pie nuestro camino en esta segunda fase de la competición. Lo que más se comentaba entre todos era el quince que saldría de inicio, que a muchos había extrañado. Nuestro entrenador había optado por plantear un reto al equipo: los menos habituales, al verse de inicio, tenían ante ellos el reto de demostrar a Mandi que estaban preparados para dar guerra, mientras que los habituales titulares aguardaban en el banquillo su oportunidad para demostrar si realmente merecen ese papel. En definitiva, todos seríamos protagonistas.

Antes de salir al campo, se nos veía a todos motivados y con el ánimo de demostrar sobre el campo que poco importaba la hora. A base de caldo, mate y café conseguimos entrar en calor, aunque al salir al césped para realizar los ejercicios de calentamiento el tremendo frío que hacía a esas horas de la mañana acabó por provocar que estuviéramos poco precisos en las distintas prácticas con el balón. No obstante, conseguimos salir al campo concentrados y ya sudando, para que el ritmo que desde el primer momento impondría el Tasman Rugby Boadilla no nos cogiera desprevenidos.

Porque así fue, el equipo local al que pusimos contra las cuerdas en Orcasitas algunas semanas atrás, sabía que no podía relajarse lo maś mínimo si quería llevarse la victoria. Más acostumbrados ellos a jugar a las 09h de la mañana, tomaron la iniciativa en los primeros compases del partido, tratando de tomar ventaja en el marcador. Nosotros comenzamos defendiendo bien, pero sí es cierto que muy imprecisos fruto de los catarros y de algunas dolencias que arrastraban algunos de nuestros jugadores.

El Tasman supo aprovechar todas estas circunstancias para conseguir rebasar nuestra defensa y anotar dos ensayos en apenas 5 minutos. Con la posesión del balón consiguieron dos marcas en los minutos 12 y 17, que con una transformación ponían en el marcador un asequible 12-0. No obstante, los jugadores del San Isidro BMW Autopremier estaban dando la cara y poniéndoles muy difíciles las cosas a un equipo que acabó segundo en la primera fase de la competición.

Por culpa de los catarros y de las molestias que, como ya decimos, arrastraban algunos jugadores, Mandi tuvo que realizar los cambios antes de lo previsto. Con muchas ausencias por culpa de diversas circunstancias, desde viajes hasta trabajo, hubo que improvisar en todo momento en la alineación. Pero el experimento no salió del todo mal. Durante el resto de la primera parte intentamos mantener más la posesión para tratar de amenazar la zona de marca rival y lograr un ensayo que nos acercarse en el marcador. Pese a los esfuerzos tanto de la delantera como de la línea de tres cuartos no fue posible, por lo que nos fuimos al descanso con el 12-0 y demostrando que podíamos llevarnos la victoria.

Nada más comenzar la segunda mitad de la contienda, nuestro entrenador realizó el resto de los cambios que tenía previstos para dar un respiro a los jugadores de la melé que se habían batido el cobre durante los primeros cuarenta minutos. Eso provocó no solamente que la defensa siguiera siendo igual de férrea, con más oxígeno en los pulmones, sino que tuviéramos más posesión y, por lo tanto, aumentaran nuestras opciones en ataque. Poco a poco, aquellos que improvisaban en nuevas posiciones estaban más acertados, lo que unido al cansancio de los jugadores del Tasman y algunas imprecisiones por su parte nos dieron alas.

Tanto es así que arrinconamos a nuestros rivales en su zona de veintidós y moviendo el balón de un lado para otro conseguimos generar superioridad para que Pedro hiciera nuestro primer ensayo. Era el minuto 59 de partido, es decir, aún quedaba mucho por jugar. Y aunque Vicent no acertó con el pie para lograr dos puntos más, pese a que estuvo cerca, sabíamos que podíamos darle la vuelta al marcador y regresar de Boadilla con la victoria.

Nuestra melé empezó a arrasar la delantera rival y eso siempre es sinónimo de que el partido se ha puesto de cara para nosotros. Empezamos a encadenar largas posesiones, con calma, asegurando cada balón y dejando sin opciones a los jugadores del Tasman en cada balón del que disponían. Con estas circunstancias, José Luis logró interceptar un pase cuando el Tasman buscaba a sus jugadores más rápidos y ahí podría haber llegado el segundo ensayo, sino lo hubiera impedido el último jugador del equipo local por medio de un placaje alto. Pese a ser una jugada clara de anotación y un placaje peligroso, el árbitro estimó que esa acción no merecía ser sancionada con tarjeta amarilla, algo que nos podía haber dado la superioridad numérica durante 10 minutos.

Pese a ello, seguimos batallando, demostrando en todo momento que teníamos más ganas que ellos de ganar el partido. Y en la última jugada tuvimos la victoria en nuestra mano. Tras encadenar numerosas fases de juego, manteniendo la posesión con un gran trabajo en cada agrupamiento, no estuvimos acertados para posar el balón cuando teníamos al Tasman defendiendo en su línea de marca y se nos escapó al final un ensayo que podía habernos dado el empate. No obstante, tanto el ‘staff’ técnico como la directiva quedaron satisfechos con la entrega de los jugadores, que en todo momento mostraron su garra y entrega para regresar con el bonus defensivo bajo el brazo.

Tenemos que seguir creyendo en nosotros, trabajando cada semana para materializar la superioridad que mostramos en el campo. Pero, visto lo visto, los resultados acabarán llegando si seguimos por esta senda. No debemos tener la menor duda.

José Luis Avilés – Capitán del SIRC

La opinión de Mandi

Titular: Sentimiento encontrados.

Sentimientos encontrados, volvía a la que fue mi casa los últimos cuatro años, y como no podía ser de otra manera el recibimiento, fue cálido. Aunque rondaba la sospecha de una encerrona y su revancha por ponerlos contra las cuerdas en el partido de ida. Íbamos sin directores de juego, y la hemorragia del zaguero hizo que estuviera más tiempo limpiándose la nariz y fuera del campo que jugando. El nueve suplente con una gripe mal curada, dejo el campo rápido. Con un diez inventado, un nueve improvisado y una delantera no habitual tuvimos destellos, y solo nos fuimos al descanso con un 12-0. En la segunda sacamos la delantera con más experiencia a pesar de su juventud y rozamos la remontada, pero la mala toma de decisiones nos condenó. Y acabamos 12-5, arañando un punto. Toca seguir trabajando y probar cosillas, que van viendo que funcionan y cada vez hacen más.

 

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