Orgullo

Se acaba el partido, termina el pasillo, te reúnes con los jugadores y ya en frío solo tienes un sentimiento “Orgullo”. Porque a pesar de la derrota estás orgulloso por como se han comportado en el campo, como no le han perdido la cara al partido y como han peleado del primer al último segundo. Ves su cara de esfuerzo, de dolor y solo te queda consolarlos diciéndoles lo orgulloso que estás de ellos, del buen trabajo que han hecho en el campo, dominando todas las fases de conquista porque no han perdido ni una sola touch, porque han dominado en la melé, porque por primera vez les has visto comportarse como un equipo y lo sientes por los que no han tenido ocasión de disputar ni un solo minuto del partido.

Las visitas a El Cantizal nunca son fáciles y más cuando ves que el rival despliega a todo su equipo de gala y tú tienes que improvisar hasta el último minuto porque las lesiones te van dejando mermado. Y sales a pelear por el partido. Con un arranque espectacular de los chicos bien colocados, siempre en movimiento, circulando en ataque y defensa, dominando las fases de conquista y parando bien los primeros embates del rival y logrando adelantarnos en el marcador en el minuto 20 tras un saque de una touch bien aprovechado por nuestra delantera. Seguimos bien plantados en defensa consiguiendo parar sus rápidas contras, aunque a pesar de nuestros esfuerzos, consiguieron realizar dos marcas llegando al descanso 12-7.

Se había jugado muy bien y veíamos que si nos aguantaba el físico podríamos seguir dando guerra, más cuando se quedaron en inferioridad para el resto del partido. Pero tras la expulsión reaccionaron ampliando su ventaja con dos nuevos ensayos. Aturdidos por su reacción y por el primero de los cambios obligados por una lesión, los chicos intentaban recomponerse y sin abandonar el sistema de juego lo siguieron intentando hasta el final peleando por el balón metro a metro, pero otro robo de balón les hizo ampliar su ventaja. No bajamos los brazos, seguimos empujando y nuestros esfuerzos se vieron premiados con un segundo ensayo, lástima que además del ensayo tuvimos un nuevo lesionado; quedaban 8 minutos para intentar recortar el marcador que fueron insuficientes, 29-12.

Pero que reproche les podemos hacer a los chicos si se batieron el cobre durante 60 minutos, siguieron el plan de juego y se dejaron la piel en el campo. El parte de lesionados, golpeados, ha crecido considerablemente, menos mal que la próxima jornada descansamos y dará tiempo a recuperar efectivos para el siguiente partido. Solo nos podemos sentir orgullosos de ellos, los que jugaron, los que no y los que estaban dispuestos a jugar a pesar de estar lesionados. Se ve cada día más que son un equipo los veteranos, los nuevos, los titulares o los suplentes, y eso a la larga da sus frutos. En jornadas como la del sábado solo podemos sentirnos orgullos de los chicos.

Daros las gracias a todos los que vinisteis a acompañarnos una jornada más, también vosotros hacéis grande este equipo y este club.

Sangre y Cielo. Aúpa San Isiiiiii!!!

 

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