Va, Silvana va

Estas líneas son de las más difíciles de escribir, porque nunca quieres escribirlas. Pero es de ley que el San Isidro Rugby Club, que es una familia para todos los que lo componemos, rinda homenaje y despida a una de las personas que más se han entregado para que seamos, hoy en día, un club señero en Madrid y en España. Y lo voy a hacer con la carta que cualquier miembro lagarto podría firmar, con el corazón encogido, los recuerdos saliendo a borbotones y la vista nublada por lágrimas de despedida, de cariño y de agradecimiento.

Querida Silvana, gracias por haber llegado al Club hace muchos años y habernos elegido, junto con tu inseparable Jorge, para que vuestros hijos Vicky, Nico y Joaco practicasen el noble deporte del rugby  y se convirtiesen en compañeros y amigos de nuestros hijos y alumnos. Los Silvanos siempre perdurarán en el club y estos tres hermosos ejemplares son un regalo que siempre te agradeceremos.

Gracias por no haberte contentado con eso, sino por haber decidido volcar toda tu pasión y tu inmensa generosidad en beneficio de la Escuela, de la Academia, de todo el Club. Estabas en la banda, o comprando balones, o disponiendo toda la logística para dotar a los nuevos jugadores, y a los veteranos, de nuevas equipaciones. Todo el mundo te buscaba cuando tenía alguna duda, algún problema, y siempre estabas allí, derrochando pasión, energía, voluntad. Mandabas a Jorge a hacer fotos a la banda, calculabas cuándo comenzar a organizar los terceros tiempos organizando a madres, padres y cuanto lagarto asomase la cabeza… y aun así seguías los partidos con esa atención intensa, con ese “¡Va, Sanisi, Va!” que se oía en el campo y aledaños y que animaba a las huestes arlequinadas a entregarse al menos la mitad que te entregabas tú.

Con la misma responsabilidad representabas y defendías la inclusión característica del Club, siempre atenta a dar voz y publicidad a la verdadera inclusión, la de iguales divirtiéndose. Directiva de nuestro San Isidro, Premio Tinín junto a tu Jorge (él te espera a la puerta del campo de arriba), no habría folios en un bosque en los que cupieran todos los resultados de tu trabajo en el Club.

En plena pandemia te multiplicaste, generosa siempre, pensando en todos tus niños del Sanisi, y no cejaste hasta que la enfermedad te tuvo que parar, tras luchar contra ella mucho tiempo.

Te vamos a echar tanto de menos….pero volcaremos nuestro cariño en Jorge, Vicky, Silvano y Joaco. Nunca dejaremos de acompañarles, de quererles y de agradecerles lo que también ellos han hecho tanto tiempo por el San Isidro siguiendo tu ejemplo.

Y todos los partidos que, en cada una de las categorías, salga un equipo de San Isidro al campo, soltaremos un grito grande como tu corazón, generoso como tu alma y fuerte como tú entera…

VA, SANISI, VA! Y tú nos sonreirás desde el Cielo, mientras Tinín y el resto de ángeles arlequinados te dicen…VA, SILVANA, VA!, hay muchas cosas que hacer por aquí.

VA, SILVANA, VA……TE QUEREMOS.