Recuerdos

Por Carlos Suárez.

Parece mentira que con tan pocos años, los niños sean capaces de generar y retener recuerdos que sólo creíamos posibles en los adultos. La última jornada de las categorías inferiores, organizada por la Federación de Rugby de Madrid (una vez más, muy mejorable), nos deparó uno de esos episodios.

Los jugadores más nuevos –y sus respectivos progenitores- no sabrán exactamente de qué hablamos pero la idea de estas líneas es intentar que puedan hacerse una composición de lugar.

La jornada matinal se celebró en las instalaciones de Orcasitas, otrora campo oficial de juego de San Isidro Rugby Club, para partidos y entrenamientos del equipo senior. En los últimos años también fue sede de innumerables jornadas de nuestras Lagartijas. Uno de los pocos atractivos de este lugar, habida cuenta de sus muchos inconvenientes (como el aparcamiento, por ejemplo), era –y es- ese bar situado estratégicamente entre ambos campos de juego, los cuales integran este complejo de la Federación.

Como bien es sabido, el sentido del olfato es, probablemente, el que genera recuerdos más duraderos. Pensaréis que esto no es una clase de Ciencias Naturales pero lo cierto es que el olor de la parrilla del bar, al aire libre, distribuyendo esos mágicos efluvios repletos de colesterol al más puro estilo español, generaron esos recuerdos imborrables de los que hemos hablado.

La accidentada transición desde Orcasitas y Puerta de Hierro (pandemia mediante) hacia nuestra flamante nueva ubicación en Tres Olivos no nos permitió una adecuada despedida de la que fue nuestra casa durante muchos años y tuvimos que cambiar, sin anestesia ni preparación, el aroma de chistorra por el saludable viento de la sierra que azota nuestro nuevo santuario.

Con toda seguridad, los jugadores de los equipos senior, los veteranos y muchos entrenadores –entre los que me incluyo- agradecerán no volver a soportar la tortura de la barbacoa durante esas sesiones de entrenamientos primaverales que tanto nos tentaban, cual frágiles Ulises evitando la llamada de las sirenas.

Pues bien, alguno de nuestros peques reclamaba su bien ganado bocadillo de panceta después de la competición. Y más de una madre se las veía y deseaba, cerveza en mano –eso sí-, para quitar esa idea de sus cabezotas después de tener previsto el deseado cocido sabatino. Este cronista desconoce si la tragedia llegó a consumarse. El tema de conversación giraba en torno al deseo de, cuanto antes mejor, volver a sentir algo igual. ¡Ojalá!

San Isidro Fuencarral: Íñigo, Juan, Pablo Esparza, Pablo Fernández, Jaime, Nico Henao, Adrián, Jorge y Ruy.

Buenas sensaciones para estos Lagartijas en sus dos enfrentamientos contra Alcorcón y Alcobendas 3. Vamos avanzando en nuestro objetivo de incrementar las capacidades y habilidades de los jugadores. Hemos mejorado en las fases defensivas con nuestra disposición mixta, en el exterior y en el interior del muro. Y ahora toca desplegar los apoyos en ataque e incrementar la efectividad del placaje. Un poco más retrasados vamos en la recuperación de los balones sueltos o disponibles. Dos buenos partidos con fases brillantes de juego.

San Isidro Tres Olivos: Gabi, Javier Esparza, Lucas Guiote, Leo Henao, Víctor Moreira, Sebi, Saúl, Leo Sánchez, Javier Sobrecueva y Mateo Cuadrado.

Mañana complicada para los nuestros en dos difíciles enfrentamientos contra Alcobendas (1 y 2). Después de mejorar, en la segunda parte del primer partido, ostensiblemente nuestro juego, el segundo nos dejó un sabor amargo porque los peques no pudieron demostrar el rugby que llevan dentro. Unos minutos en los que todo se nos tuerce y no somos capaces de reconducir. Teniendo en cuenta que no estamos entrenando máquinas sino seres aún por hacer, éstas son situaciones que se nos pueden dar y no deben generar ningún tipo de decepción ni nada parecido. Sobre todo venimos a pasarlo bien. ¡Mucho ánimo!

San Isidro El Pardo: Martina, Carolina, Elena, Álvaro Calonge, Martín Cucurella, Pablo Díaz, Gonzalo Grau, Edu Mini, Pablo Otero y Santi Rodríguez.

Otros dos buenos enfrentamientos contra Alcorcón y Majadahonda en los que destacaron la protección del balón después de los placajes y los buenos apoyos en ataques, si bien en algunas ocasiones infrautilizados por el aún acusado individualismo de los jugadores a estas edades. Podemos mejorar el aspecto defensivo pero queremos resaltar la importancia de nuestro girl power: Elena, Martina y Carolina destacaron entre todos los participantes en los encuentros.

Lo mejor: Récord absoluto en las jornadas de sub 6 a sub 10 de la federación.

Cinco sedes, 39 equipos sub 10, 35 equipos sub 8 y 33 equipos sub 6. ¡Impresionante!