Festival de Rugby

Otro gran día, y van muchos en esta temporada, para jugar al rugby. Sol, no demasiado calor, cientos de promesas de jugadores repartidos en cuatro campos de rugby; un ambiente impresionante. Una muy buena organización, en la que casi nada se dejó para la improvisación, sirvió para disfrutar de la mañana.

El evento se llama Alcobendas Rugby Fest y fueron los Linces de San Isidro Rugby Club quienes dieron el espectáculo. Un clásico torneo en Madrid colocado en una fecha un tanto complicada por el inicio de las merecidas vacaciones de la Semana Santa. Previendo una escasa asistencia de nuestros niños se decidió inscribir un solo equipo pero al final podríamos haber ido con dos. En cualquier caso, los once valientes que se acercaron a Alcobendas cubrieron a la perfección el formato vertiginoso de los partidos (5 en menos de dos horas).

Comenzamos la jornada con un descafeinado partido contra CRC habida cuenta de que, a esa hora, solamente tenían tres jugadores. Con un espíritu encomiable, Isra y Jaime se ofrecieron para jugar con el equipo contrario y pronto demostraron que no tendrían problemas en plantar cara a sus propios compañeros. Nuestros pequeñajos impusieron su mayor experiencia y solidez  en un partido relajado.

Alcobendas B nos puso las cosas más difíciles, adelantando otros enfrentamientos más reñidos. Esta vez, con los once disponibles, pudimos ofrecer una gran variedad de juego, dependiendo de los jugadores que en cada momento estuvieran en el campo. A las ya habituales virtudes (placaje, apoyo, visión del campo,….) se va instalando en nuestros niños una gran concentración en cada partido a la que no estábamos acostumbrados.

Para mi gusto, el partido contra Liceo fue el más bonito, disputado y entretenido de los cinco que jugamos. Mucha igualdad, posesión de balón alterna y pocos ensayos para lo que solemos ver en esta categoría. Al final, por poco, el partido se decantó por los pequeños arlequinados.

Reconozco que jugar contra el VRAC A de Valladolid me provoca ansiedad. No porque esté en juego nada especial, sino porque no comparto las formas de alguno de sus integrantes (señores ya mayores) para, incluso, con sus propios niños. No me voy a extender más en este aspecto y resaltaremos que fue un partido vibrante, rápido, con muchas alternativas, con un jugador rival gigante a quien los nuestros consiguieron tomar la medida y placarlo, una y otra vez, sin ningún miedo. Partido muy bonito, de los que gusta ver.

Y para finalizar un torneo brillante, un clásico contra XV Hortaleza A. Tal y como estábamos realizando las rotaciones de jugadores, coincidieron, en el inicio de este partido, nuestros jugadores más pequeños. Pasada la mitad del tiempo, cambiaríamos a los cinco de golpe. Resultó que los primeros mantuvieron un ritmo de partido inusual, por su corta experiencia, y dejaron el partido encarrilado para que los más experimentados terminaran el trabajo. Ni los equipos ingleses tienen esas plantillas. Ahí queda eso.

Al presentar a los once gladiadores me voy a permitir una licencia que espero sea del agrado de todo el mundo. Me gustaría hacer una corta descripción de ellos:

Jorge es la elegancia; esa carrera, esa forma de portar el balón, esa manera de plantar los ensayos…. Sebi es el trabajo; jugador sobrio pero fuerte y muy sacrificado. Luis es la seriedad personificada, sin que su gesto mude un ápice hace un trabajo soberbio, siendo conocedor de sus puntos fuertes. Oli es la eficiencia; ella me pregunta lo que espero de ella y, sin dudarlo, siempre cumple. Jaime, sin embargo, es “yo te digo qué, cómo y cuándo”; yo hago, yo decido…y cumplo.

Saúl es nuestro tapado, parece que no estoy pero ya lo creo que estoy…y se nota.

Luke es el silencioso, sin un ruido, sin una estridencia lo mismo reparte balones o placajes. Juanillo es el tornado, el incansable, el omnipresente…el jugador de rugby total. Lucas está en modo espera, de momento me ofrezco poco pero ya veréis cuando explote (estoy seguro).

He dejado para el final, a propósito a Edu y a Isra. La razón es bien sencilla. En las dos últimas semanas han sentido el “click”. Muchos ya me habréis escuchado esa expresión que utilizo para explicar el (inexplicable) proceso mediante el cual las neuronas del rugby se alinean de forma correcta en la cabeza de los niños y, de repente, todo lo que han estado absorbiendo en los entrenamientos cobra sentido. Edu ha vuelto a la Tierra y, sin un solo despiste en los cinco partidos, ha hecho lo que sabíamos que tenía (placaje) y otras cosas que ni sospechábamos. Isra ha dejado atrás su temor al balón y se ha peleado como el que más por recuperarlo y ha decidido que cuando lo tiene en las manos lo que debe hacer es avanzar. Empieza a ser consciente del potencial que su cuerpo le ofrece.

Para mí ha sido una experiencia increíble. La consolidación de juego de algunos de los chicos, el despertar ilusionante de los otros. Y sobre todo verlos sonreír, ni una queja…….. Lo estamos pasando en grande. Espero que todos los familiares y amigos que nos acompañaron (gracias a ellos también) se divirtieran como nosotros.

P.D.: Gracias por la ayuda de M. Ángel (también las fotos) y a David.

Carlos Suarez `Iberia´, entrenador

 

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