Abogados, policías, maestros…

Jugadores y Staff del equipo Sub8 el sábado pasado en Tres Olivos. (©Diego Porcel)

Ieuan Cennydd Evans, galés, de profesión geógrafo; Steve Bainbridge, maestro inglés; Jean Pierre Garuet, mayorista de patatas y francés; Iain Milne, pescador con caña y escocés; Ciaran Fitzgerald, coronel del ejército irlandés…..Así nos presentaban a los jugadores del torneo de las V Naciones, hace casi cuarenta años.

Es emocionante empezar así una crónica de rugby. Ningún otro deporte colectivo, en su historia reciente, puede presumir de unas retransmisiones televisivas en las que un nombre seguido de una profesión (que era su modo de ganarse la vida) definía constantemente a los participantes en un torneo de elite.

Cuando descubrí el rugby, allá en un sofá en el salón de mi casa en los años 80, nos mostraban el lado humano de aquellos no profesionales elegidos para la gloria. Hoy en día, muchísimos años después, podemos repetir una retahíla de nombres y profesiones de aquellos que dan buena parte de su tiempo para hacer más grande nuestro club.

(©Diego Porcel)

Abogados, policías, maestros, informáticos, militares, economistas, periodistas, trabajadores de la construcción,.… La lista es muy larga y aunque hemos de lamentar la pérdida de muchas de aquellas profesiones (seguramente no volveremos a tener un pescador con caña) hay muchas otras que han florecido desde aquellos gloriosos años y que engrosan nuestras filas.

El rugby ya es un deporte mayoritariamente profesional y por ello cobra más relevancia la labor que hace San Isidro Rugby Club: fomentar los valores de nuestro deporte en todos aquellos que participamos (niños, padres, directivos, entrenadores…), colaborar con la inclusión de niños (sobre todo) con necesidades especiales y alimentar el sueño de convertir el club en una gran familia.

En la gestación de este artículo tuve la intención de poner nombre a todos los que colaboran en el día a día para sacar adelante esta ingente labor. No querría que se quedase ningún nombre sin citar, y creedme que la lista es tan larga que sería casi imposible incluir a todos. La idea original fue de Diego, el padre de un jugador que conoce mi afición a la escritura y sugirió una especie de homenaje a quienes hacen posible este precioso proyecto.

(©Diego Porcel)

De hecho, este artículo no se parecerá en mucho a aquella solicitud, pero quién sabe, si habrá alguno más que retome la propuesta inicial.

En esta temporada tan difícil, sin un horizonte claro en el corto plazo, todos los que integramos la estructura del club, trabajamos para hacer atractiva la práctica limitada del rugby que este terrible episodio nos ha impuesto, hasta que podamos recuperar las competiciones en su formato habitual. Desde la Junta Directiva, pasando por los colaboradores, hasta llegar a los entrenadores y ayudantes, todos trabajamos para adaptarnos a la realidad y que los principales actores de todo esto sigan amando el rugby.

(©Diego Porcel)

Por supuesto, nada de esto sería posible sin vosotros, los progenitores. Salvando los miedos, asumiendo importantes esfuerzos, colaborando en diferentes tareas……….. seguís convencidos de la bondad del proyecto y continuáis trayendo a vuestros hijos al campo. Es la mejor respuesta que podríamos esperar y nos anima a seguir construyendo nuestra gran familia, la familia del rugby, la familia de SAN ISIDRO.

Gracias.

Carlos Suárez,  entrenador.

¡SANGRE Y CIELO!

P.D: Quería agradecer a José Alberto Molina “Phil Blakeway”, nuestro erudito, una enciclopedia viva de rugby, por entregarme la reseña histórica del primer párrafo.

 

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